En los últimos años, la Unión Europea ha introducido regulaciones estrictas para los vertederos, con el fin de maximizar la recuperación de materiales reciclables. Un objetivo que actualmente muchas plantas europeas están luchando por alcanzar cuando se enfrentan a RSU mezclado con latas.
Estos residuos consisten en metales (predominantemente hierro, aluminio y acero) mezclados con agregados domésticos como nylon, plásticos, vidrio, etc., una producción en constante crecimiento, estimada por el reciente informe de EUROSTAT en alrededor de 42,3 millones de toneladas por año.
Gestión de RSU: recuperando la proler ferrosa.
Los residuos de RSU presentan una no homogeneidad de su contenido debido a una recolección separada ineficiente en las capitales y ciudades metropolitanas.
Con una concentración de agregados que puede alcanzar hasta el 60% en comparación con los metales, se considera demasiado costoso de tratar pero, al mismo tiempo, no conforme para ser eliminado en los vertederos europeos.
Para maximizar el ciclo de recuperación, una interesante oportunidad comercial radica en valorizar el metal prensado. De esta manera, es posible reintroducir en el ciclo de producción el hierro, el acero, el acero inoxidable y los metales como el aluminio, el cobre y el latón.
Sin embargo, las fundiciones imponen parámetros estrictos para una fusión óptima del producto. En consecuencia, la empresa no puede confiar únicamente en la clasificación manual o en los abridores y lectores ópticos/rayos X.
La solución está dada por las plantas de molienda donde un molino de martillo, de calidad, libera el metal de los agregados, simplifica las fases finales de separación y maximiza el valor comercial.
Molino de martillos para chatarra
La organización que emprende este camino debe considerar cuidadosamente las características técnicas de los molinos para chatarra. Moler los RSU, mezclados con latas, usando molinos inadecuados o improvisados conduce, en el mediano-corto plazo, a graves daños económicos y productivos.
Durante este proceso, el molino está sujeto a particulares picos de trabajo, sometiendo a gran esfuerzo muchos componentes mecánicos y causando daños estructurales en modelos menos eficientes.
La seguridad de la producción a largo plazo debe estar garantizada por estructuras y armaduras adecuadas para los RSU, pero que también permitan un fácil acceso a los elementos involucrados en la molienda. Estos últimos, a diferencia de otros procesos, sufren un decaimiento más rápido, causado por la abundante presencia de vidrio y acero. Un problema constante en los molinos con un rango de precios medio-bajo, que penaliza económicamente la productividad y el manejo de las piezas de repuesto.
Los proveedores que ofrecen soluciones de mayor calidad, han introducido con gran éxito piezas provenientes de especiales fundición de aleaciones para molinos horizontales consiguiendo, de esta forma, que los martillos y las rejillas tengan un desgaste más lento y gradual. En consecuencia la calidad del material en salida es constante y evita el bloqueo de la maquina causado por los agregados ligeros que flotan en la cámara de molienda.
Lo que completa la oferta de un molino de martillos de calidad es la flexibilidad de tratamiento. Es esencial poder cambiar rápidamente la configuración de las rejilla, especialmente con este tipo de residuos. Incluso hoy, pocos proveedores tecnológicos consiguen garantizar este valor agregado en las plantas dedicadas a la valorización de los RSU mixto con lata.
El compromiso y la profesionalidad aplicada por algunos pocos proveedores tecnológicos ha permitido revisar el método de tratamiento.
Ya que no tienen que rebotar de una planta a otra a la espera de ser exportadas, enterradas o quemadas, cada vez más plantas en toda Europa son capaces de valorar, de forma rentable, los metales provenientes de los RSU, obteniendo materias primas secundarias y reintroduciéndola en el ciclo económico.